Por desgracia, disponemos de muchos menos datos sobre el efecto de la alimentación en la evolución del cáncer que sobre la probabilidad de que este aparezca. Puede depender del tipo de cáncer que tenga.
Por ejemplo, se sabe que en caso de cáncer de mama puede mejorar la calidad de vida gracias a un peso saludable y a la actividad física, y que ambos factores contribuyen a una mayor supervivencia.
En cambio, no hay base suficiente para hacer recomendaciones en firme acerca de otros cánceres, ni para afirmar que determinados alimentos o dietas ayuden, pero casi todas las autoridades propugnan que aun tras un diagnóstico de cáncer se sigan las recomendaciones generales de prevención (salvo que por razones médicas o de otro tipo esté contraindicado). No tome suplementos alimenticios sin consultar al médico, porque algunos interfieren con los tratamientos contra el cáncer.