Casi todos los alimentos contienen algo de grasa o de azúcar, por lo que, como referencia, cabe llamar grasos a los que tienen más de 20 g de grasa por 100 g de alimento, y azucarados a los que tienen más de 15 g de azúcar por 100 g de alimento. Los alimentos transformados y envasados suelen presentar esta información en la etiqueta, que también permite verificar su contenido en grasas saturadas (se considera que un contenido elevado de 5 g de grasas saturadas por por 100 g de alimento ya es elevado).
Cuanta más grasa o azúcar contiene un alimento, más calorías tiene; y cuantas más calorías tenga por unidad de peso (alimentos energéticamente densos), más fácil resultará comerlo en exceso. Los alimentos hipercalóricos suelen contener más de 225-275 calorías por 100 g.