12 formas de reducir el riesgo de cáncer
Humo ajeno
Haga de su casa un hogar sin humo.
Apoye las políticas antitabaco en su lugar de trabajo.
La exposición al humo ajeno en casa y en el trabajo produce enfermedades evitables, incluido el cáncer. En la figura 1 se presenta una visión general de los efectos perjudiciales del consumo de tabaco y de la inhalación de humo ajeno en la salud.
El propio domicilio es, con frecuencia, un lugar de exposición al humo ajeno. Entre los países de Europa hay marcadas diferencias en la legislación que prohíbe fumar en los hogares, y la prevalencia de hogares sin humo va del 31 % al 90 %. Es deseable aumentar la protección contra el humo ajeno, y los fumadores y los no fumadores pueden conseguirla no permitiendo que se fume en sus hogares y en sus coches.
En aquellos países de Europa en los cuales todavía se permite fumar en el lugar de trabajo, la adopción de amplias medidas de protección contra la exposición al humo del tabaco, en el sentido del artículo 8 del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS, es la mejor opción para que todos los ciudadanos que ejercen una actividad profesional se vean plenamente protegidos, y por igual, frente al humo ajeno. La Recomendación del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, sobre los entornos libres de humo, basada en dicho artículo 8 del CMCT de la OMS, instaba a los Estados miembros a establecer entornos sin humo en lugares públicos cerrados, lugares de trabajo interiores y medios de transporte público. La envergadura de las medidas y el alcance de su aplicación varían entre los países.
Figura 1. Consecuencias para la salud del consumo de tabaco y la exposición al humo ajeno
Fuente: Adaptado de The Health Consequences of Smoking – 50 Years of Progress: A Report of the Surgeon General. Atlanta, GA (EE. UU.): Departamento de Salud y Servicios Humanos, Centros para el control y la prevención de enfermedades crónicas, Centro nacional de prevención de enfermedades y promoción de la salud, Oficina de tabaquismo y salud, 2014. Con la autorización del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.