Sí, se puede reducir el riesgo de cáncer, pero los beneficios para la salud dependen de otras consideraciones.
La medida en que se reducirá el riesgo dependerá de si el fumador compensa la menor inhalación de nicotina cambiando su manera de fumar, por ejemplo inhalando más profundamente o dando más caladas. Además de intentar reducir la cantidad de cigarrillos que se fuman, los tratamientos sustitutivos con nicotina u otros medicamentos para disminuir la dependencia del tabaco pueden contribuir a evitar el consumo compensatorio y hacen más probable que la persona deje de fumar del todo. Es mejor fijarse el objetivo de dejar de fumar completamente en un determinado plazo, ya que esto es lo que más beneficios para la salud comporta. Al dejar de fumar a cualquier edad se reduce significativamente el riesgo de muerte por las principales enfermedades relacionadas con el tabaco, incluido el cáncer, en comparación con los que siguen fumando.
El riesgo de cáncer se determina no solo por el tiempo que una persona ha fumado (años), sino también por la intensidad (número de cigarrillos al día). Al determinar el riesgo de cáncer, se considera que el tiempo que se ha fumado tiene más impacto que la reducción del número de cigarrillos al día. Lo mejor para reducir el riesgo de cáncer es dejar de fumar.