Sí. El trabajo al exterior, como la construcción o la jardinería, conlleva en general una exposición intensa al sol todo el año. Por eso, las personas que lo ejercen tienen que protegerse cuidadosamente poniéndose ropa, protectores solares adecuados y, en la medida de lo posible, trabajando a la sombra.
Debido a su mayor exposición al sol, quienes trabajan al exterior corren más riesgo de contraer un cáncer cutáneo no melanocítico. Algunos tipos de cáncer cutáneo pueden considerarse enfermedad profesional.