Algunas de las sustancias de más impacto medioambiental en los países de la UE son los contaminantes del aire exterior e interior, entre los que se cuentan todas las formas de amianto, el benceno, las emisiones de motores diésel y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP); los contaminantes del agua y de los alimentos, como el arsénico y los compuestos inorgánicos de arsénico; y los contaminantes orgánicos persistentes (COP), como las dioxinas. El IARC ha clasificado recientemente la contaminación atmosférica como una mezcla de múltiples contaminantes potencialmente cancerígenos. Hay suficientes datos probatorios de que algunas sustancias presentes en el medio ambiente producen varios tipos de cáncer. Los más importantes son los de pulmón, vejiga urinaria y piel, junto con el mesotelioma (cáncer de las células del mesotelio, la membrana que recubre las cavidades torácica, abdominal y pericárdica), las leucemias y los linfomas (figura 1).
Figura 1. Principales localizaciones de los cánceres producidos por las sustancias presentes en el medio ambiente
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El IARC evalúa permanentemente el potencial cancerígeno para las personas de las sustancias y de otros agentes. Estas evaluaciones, ya las realicen el IARC u otras autoridades nacionales o internacionales, suelen ser el primer paso en la prevención del cáncer y, basándose en ellas, los decisores pueden establecer medidas para reducir o suprimir la exposición humana a los carcinógenos, conocidos o presuntos.
Otras exposiciones ambientales de importancia son el humo ajeno (tabaquismo involuntario o «pasivo»), el radón y la radiación UV procedente del sol.