El tratamiento frenará la propagación del VIH en el organismo y permitirá un mejor funcionamiento de su sistema inmunitario. Esto le hará más resistente a las infecciones, lo cual le permitirá vivir más años y con mejor salud. Tendrá más energía, se encontrará menos deprimido u olvidadizo y digerirá mejor. También es menos probable que infecte a otros. El médico le prescribirá la combinación de antirretrovíricos adecuada y segura en su caso. Le harán un seguimiento cuidadoso, para verificar la inhibición del virus y velar por que no se produzcan efectos dañinos. Con todo, el tratamiento puede tener efectos secundarios desagradables, como náuseas, cansancio, diarrea, erupciones cutáneas, cambios de humor y adelgazamiento o aumento de peso.