Actualmente no hay vacuna contra la hepatitis C. La mejor manera de evitar la infección por el VHC es no someterse a inyecciones, tatuajes, perforaciones corporales o acupuntura en condiciones poco seguras o poco higiénicas. En Europa han disminuido enormemente los nuevos casos desde que se iniciaron el cribado del VHC entre donantes de sangre, los protocolos de inactivación de virus en los productos sanguíneos y el uso de jeringuillas y agujas desechables para las inyecciones. Pese al bajo riesgo, y dado que este puede no ser el caso en todos los Estados miembros de la UE, sigue siendo recomendable evitar las inyecciones, en la medida de lo posible, recurriendo a tratamientos orales cuando existen, muy especialmente al ir de viaje. También se recomienda no someterse a tatuajes, perforaciones corporales o acupuntura en condiciones poco seguras o poco higiénicas.