El VHB se propaga de persona a persona mediante líquidos y secreciones corporales contaminados. Nunca se propaga por el aire, el agua ni los alimentos. Un bebé puede infectarse al nacer si la madre está infectada. La infección también puede propagarse de un niño a otro por contacto estrecho, y entre adultos por la actividad sexual o el uso de jeringuillas contaminadas. Otra posible vía es el tratamiento médico en países en los que puedan utilizarse jeringuillas o sangre contaminadas. Es muy importante impedir la propagación del virus de la madre al hijo y entre niños, porque la hepatitis B crónica (con mayor riesgo de cáncer de hígado) es mucho más común si hubo infección en los primeros cinco o diez años de vida.