Son muchas las ventajas de una legislación efectiva en favor de un entorno sin humo:

  • Protege a todos de los peligros del humo ajeno.
  • Cambia las normas sociales, haciendo que fumar sea menos aceptable, con lo cual disminuye el tabaquismo y la exposición al humo del tabaco.
  • Contribuye a que disminuya significativamente la exposición al humo ajeno, reduce las desigualdades sanitarias de la exposición al humo ajeno en el trabajo, causa una disminución inmediata del riesgo de cardiopatía y mejora los síntomas respiratorios de las personas expuestas en el trabajo.
  • Tiene muchas repercusiones positivas en las empresas (salvo la industria del tabaco), pues mejora la salud y la productividad de los trabajadores y reduce las indemnizaciones de seguros sanitarios y de accidentes. También se reducen costes en el lugar de trabajo, pues no hay que limpiar ceniceros ni efectuar el mantenimiento de zonas de fumadores, y se evitan posibles litigios. La prohibición de fumar no hace que disminuyan las actividades empresariales de bares y restaurantes.
  • Reduce el consumo de cigarrillos entre los fumadores y favorece que puedan dejarlo.
  • Reduce el consumo de tabaco entre los jóvenes.
  • Conduce a hogares sin humo.

Si su país es Parte del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), está obligado a presentar informes periódicos sobre la aplicación del Convenio, incluidas las políticas en favor de entornos sin humo. Aquí puede leer el último informe sobre los progresos realizados a escala mundial en la aplicación del Convenio. Si le interesa saber en qué medida aplica su país las mejores prácticas de reducción de la demanda de tabaco, encontrará información en el informe de la OMS sobre la epidemia de tabaquismo.