Se recomienda participar en el cribado del cáncer cervicouterino cada vez que la citen, una vez haya leído la información que le suministren y sopesado sus posibles ventajas e inconvenientes. En la UE, los programas de cribado varían en cuanto a los grupos de edad destinatarios y la frecuencia con que se cursan las citas, en función de la carga del cáncer cervicouterino en cada país, de sus recursos locales y del tipo de pruebas que utilice.

En la mayoría de los programas que utilizan el estudio citológico cervicovaginal se comienza a citar a las mujeres a partir de los 20 o 30 años (en general, no antes de los 25), y después cada tres o cinco años. Si el cribado se basa en la prueba del VPH, la citarán a partir de los 35 años (en general, no antes de los 30), y después cada cinco o más años. Al margen de la prueba utilizada, se recomienda seguir participando en el cribado hasta los 60 o 65 años e incluso más allá, salvo que las pruebas más recientes hayan dado resultados normales. Si tiene dudas, pregúntele al médico o a otro profesional sanitario.