No existe una definición científica precisa del término «muchos» en relación con los alimentos de origen vegetal recomendados.

Estos son de distintos tipos: frutas y verduras; legumbres, como judías, lentejas o guisantes; cereales y sus derivados, como arroz, pasta o pan (preferentemente integral), y frutos de cáscara y semillas. Está demostrado que las ventajas de consumir frutas y verduras, legumbres, frutos de cáscara y semillas aumentan generalmente con la cantidad consumida; es decir, que cuanto más de ellos coma, mejor. Los cereales y sus derivados, sobre todo si son refinados, pueden contribuir a un aporte calórico excesivo, por lo que no hay que abusar de ellos.