El VHC se propaga principalmente mediante sangre o productos sanguíneos contaminados. Las principales causas de la infección son el consumo de drogas por vía intravenosa, las jeringuillas compartidas y las transfusiones sanguíneas peligrosas. Más raramente, el VHC se adquiere por contacto sexual o doméstico. Entre los años treinta y los años setenta del siglo pasado, muchas personas se infectaron por inyecciones en malas condiciones de seguridad, sobre todo en la Europa del Sur y del Este. Actualmente, la vía más frecuente de infección por el VHC es el consumo de drogas por vía intravenosa.