La inhalación del humo ajeno produce muerte prematura y diversas enfermedades, como cáncer de pulmón, cardiopatía coronaria y neumopatías, e influye negativamente en otras como el asma. El personal que trabaja en lugares en los que todavía se permite fumar, como bares y restaurantes en algunos países, está muy expuesto al humo ajeno. Se considera que la inhalación del humo ajeno causa en el Reino Unido un 14-15 % de los cánceres de pulmón de no fumadores. Este porcentaje puede ser más elevado en países conuna prevalencia de exposición al humo ajeno superior a la del Reino Unido, bien porque en ellos se fume más o porque se fume más en los hogares. Entre quienes nunca han fumado, las personas expuestas al humo ajeno duplican el riesgo de presentar cáncer de pulmón, comparado con las que no se ven expuestas al humo ajeno.

El tabaquismo reduce el crecimiento fetal. Las embarazadas que fuman cigarrillos dan a luz a bebés que pesan, por término medio, entre 150 y 250 gramos menos que los de las no fumadoras. El bajo peso al nacer está asociado con un incremento de los problemas de salud del recién nacido. El tabaquismo materno también guarda relación con la mayor prevalencia de la muerte súbita del lactante y con problemas de oído y respiratorios agudos de los niños.