Sí. En el entorno de trabajo, y a lo largo de la vida profesional, una persona puede verse expuesta a diversos carcinógenos, de modo simultáneo o consecutivo. He aquí algunas combinaciones típicas: el radón  o el arsénico y la sílice cristalina; el amianto y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP); o los compuestos de cromo y níquel.

El tabaquismo suele ser un riesgo sobreañadido al de los carcinógenos presentes en el lugar de trabajo. Por ejemplo, el riesgo de cáncer de pulmón en quienes trabajan con amianto es mucho más elevado entre los fumadores, y fumar es un factor de riesgo más importante que el amianto para estas personas.