La radiación es energía en forma de ondas o de partículas. Puede dividirse en dos tipos fundamentales: la radiación ionizante y la no ionizante. Llamamos «ionizante» a la radiación que tiene la energía suficiente como para romper enlaces químicos y generar iones. Puede dañar el ADN de una célula, induciendo así mutaciones que, si se transmiten a nuevas generaciones celulares, pueden producir cáncer u otros efectos nocivos para la salud. La radiación ionizante puede tomar forma de partículas, como las partículas alfa o los neutrones, o forma de rayos, como los rayos gamma o los rayos X.

Todos estamos expuestos a distintas cantidades de radiación ionizante de fuentes diversas, naturales (cósmica o terrestre) o artificiales (usos médicos, energía nuclear, lluvia radiactiva procedente de ensayos con armas nucleares años atrás). La radiación ionizante se usa para diagnosticar y tratar enfermedades. Su nivel individual de exposición a la radiación ionizante depende de variables como dónde vive, si ya le han radiado como parte de algún protocolo médico, o si en su trabajo está expuesto a la radiación; más adelante se describen exposiciones típicas a la radiación.

La radiación óptica se desglosa en radiación lumínica, infrarroja y ultravioleta (UV). La radiación UV puede dañar células vivas y producir cáncer cutáneo.

La radiación no ionizante carece de la energía suficiente para dañar el ADN como la radiación ionizante, pero sí que transmite energía a tejidos o materiales, por ejemplo calentándolos. Así funcionan los hornos de microondas. La radiación no ionizante está compuesta de campos eléctricos y magnéticos, como las microondas y las ondas de radio, así como de campos de baja frecuencia generados por aparatos eléctricos y líneas del tendido eléctrico .

Figura 1. El espectro electromagnético

Electromagnetic Spectrum

Fuente: Comisión Europea. Dirección General de Investigación. Comunidades Europeas (2005). Health and Electromagnetic Fields: EU-funded research into the impact of electromagnetic fields and mobile telephones on health. © Comunidades Europeas, 2005.